Hace bastante tiempo que no escribo en este blog, desde entonces las circunstancias han cambiado bastante nuestra vida. El primer blog nació de un curso que hice para aprender a manejar este sistema de comunicación mundial. Me gusta escribir y junto con una amiga creamos este para ir contando nuestras cosas y luego con el paso de los años recordar lo que hicimos en estos tiempos que corren.
Pero los años pasan y nuestra vida ha ido cambiando, ella es abuela de dos nietos y yo también he ingresado en ese gremio, tan solicitado hoy en día para hacer de niñera, profesora, abuela, madre y mil oficios más. Además de este trabajo extra no olvido mi ciudad aunque de vez en cuando doy una escapadita a otra que se está convirtiendo poco a poco en mi segunda casa. Se trata de Zamora, en ella vive mi otra parte de la familia de vez en cuando voy a visitarles, voy conociendo sus gentes, sus costumbres y he hecho amistades de las que duran toda la vida. Por ello también pienso dejar algún testimonio sobre ella. De momento hay una muestra gráfica de una fiesta local de gran importancia a escala nacional.
Zamora no se ganó en una hora. Reza la leyenda de la ciudad, y aunque de pequeñas dimensiones es famosa por su Semana Santa y sus fiestas patronales de San Pedro y San Pablo apóstoles. celebrada el 29 de Junio. Hay feria de muestras de ajos y cerámica. También es conocida su faceta de tradición popular de Gigantes y cabezudos, organizándose desfiles de las dos Asociaciones culturales de la ciudad. Tradimupo y Capitonis durii, ambas se ocupan de la historia de la ciudad a vista de gigante. Sus personajes con ocasión de sus fiestas patronales realizan desfiles a la antigua usanza de la ciudad, rememoran acontecimientos históricos ocurridos en ella y realizan bailes acompañados por la música de otras épocas.
Todos sus moradores y visitantes participan en estas tradicionales fiestas, ya en el desfile, ya observándolo, visitando la feria de muestras de los ajos, en la que se dan cita los mejores cultivadores de ésta liliácea tan afamada y tan necesaria en nuestra cocina para aromatizar, y complementar los guisos, además de hacerlos más saludables.
Sus cultivadores están muy orgullosos de su trabajo y apilan las grandes cantidades de ésta famosa planta en artísticas pirámides de trenzados frutos. Incluso no les hace mucha gracia que les saquen fotos a los mismos porque por lo visto hacen también un concurso del mejor tamaño y calidad del producto y no quieren verse perjudicados por el trabajo de un fotógrafo aficionado.
La mujer zamorana viste en estas fiestas su traje tradicional para estas ocasiones, son vestidos muy complicados en su confección por los bordados y complementos que utilizan, también son muy importantes los tocados y lazos, lo que les da una imagen muy colorista. En el recinto donde se realiza la exposición de los ajos hacen pases de danzas regionales y música tradicional.
La feria de cerámica también es muy concurrida en participantes y asistentes. Se dan cita artistas locales y foráneos, incluso de cercanas localidades portuguesas también de gran importancia ceramista.
Conviven antiguos usos cerámicos con nuevas técnicas y figuras de barro para la decoración del hogar.
Son días de asueto y disfrute para los ojos y el cuerpo ya que el recorrido por los distintos lugares donde se realizan estas exposiciones dan opción a saludar a familiares y amigos y se potencia aún más el don de la amistad tan necesario en estos días, y la alegría de ver como aún con fiestas sencillas y familiares se pueden conservar antiguas costumbres de la España de casi la Edad Media.
