más cosas de la vida

Elegimos este título para nuestro blog, porque hemos compartido juntas muchas cosas de la vida y creemos que pueden servir de ayuda a muchas personas que estén empezando a vivir, sobre todo a los jóvenes. Hemos vivido muchos años rodeadas de niños y jóvenes y eso nos ha ayudado mucho en nuestra vida. Ellos requieren de nosotros muchas atenciones, pero también nos dan mucho, sobre todo su inocencia. Si vemos muchas de las dificultades de la vida desde la perspectiva de un niño seguro que habría menos problemas, ellos son más directos y sencillos en sus reacciones y eso les ayuda a resolverlas antes.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Cosas de Cádiz


Se diga lo que se diga Cádiz va ganando en hermosura. Hice ayer una visita a la Iglesia de Santa Maria para ofrecer unas flores al Nazareno y vimos como ha cambiado el barrio en poco tiempo. Las nuevas construcciones conservan el aire del barrio. las casas muy blancas, las puertas tienen el tachonado de clavos de la época en que se construyó este barrio y los patios llenos de flores alegran todavía más el conjunto.

El Centro de Arte Flamenco que ocupa el lugar del antiguo mercado del "Piojito", está muy bien ambientado y las actuaciones de cante y baile además de las clases que se imparten mantienen ese aire flamenco que en el barrio siempre ha existido, puesto que ha sido cuna de muchos cantaores conocidos.

Es también un barrio muy mariano y nazareno, en sus iglesias muy pequeñas porque han sido conventos como la de Santa María o la de la Merced, se encuentran varias cofradías que en la Semana Santa procesionan grandes pasos como el de la "Sentencia" de la Iglesia de la Merced es un paso muy grande que el foráneo no se puede imaginar como sale por una puerta tan pequeña. En cuanto al Nazareno muy cuidado por las monjitas del convento, tiene también una gran devoción y sus largas colas de penitentes tienen que formar en la calle para seguir al paso del "Greñúo", así denominado por su pelo natural.

martes, 16 de febrero de 2010

Cosas de la vida II

Hace tiempo que no puedo entrar en el blog por motivos familiares. Aunque no tendría por qué contarlo o describirlo pienso que ello ha sido la causa de que haya vuelto a experimentar nuevos sentimientos a pesar de lo antiguos que pueden ser.

A mitad de las fiestas navideñas mi madre ha sufrido un infarto cerebral. Esto ha trastocado toda nuestra vida pues la continua estancia en el hospital cansa a cualquier persona. Ella ha sido una persona muy activa durante toda su vida. Hoy cuenta con 85 años y a pesar de tener medio cuerpo paralizado su mente sigue trabajando a toda marcha. Está pendiente de todo y de todos para que nos encontremos bien y no estemos tan pendiente de ella. Es un ejemplo a seguir a pesar de los malos ratos que ha tenido que pasar pero que han estado limando algunos aspectos de su personalidad como es la impaciencia. Hoy después de casi dos meses en la cama mantiene la calma y es un ejemplo para nosotros.


En estas ocasiones en las que en un hospital tienes que compartir momentos muy delicados con personas que se encuentran hospitalizadas en la misma habitación que nosotros, cada una con su vida y su pequeño mundo familiar es cuando ves la riqueza personal, la calidad, la bondad y esos sentimientos tan humanos que hacen que la vida se vea de distinta forma. El personal médico y de enfermería son punto y aparte están pendientes de que todos los enfermos se sientan bien solo con ver la sonrisa de esa persona que les atiende, mima y cuida y que se siente satisfechos solo con que el enfermo salgo caminando o por lo menos medio restaurado del hospital.


Tmbién se hacen amistades para toda la vida porque el compartir el dolor hace que todos nos sintamos más unidos, aflora lo mejor de cada uno, el ayudar a que otro encuentre consuelo, la mano que coge la tuya y te da ese calor y esa energía para que desaparezca la tristeza que da el dolor. Todo un mundo de emociones y sensaciones imposibles de olvidar.


A pesar de que el sistema administrativo sea un poco deficiente porque siempre falta algo, la devoción con que es atendido cada paciente suple la falta de material, muchas veces alivia mejor un dolor una sonrisa, que una pastilla de analgésico.


Por todos esos sentimientos que nos regalan a diario quiero desde aquí dejar un detalle de agradecimiento a todos los profesionales anónimos que en hospitales, en las calles, cuando hay grandes catástrofes, están al lado del que sufre para con un sonrisa gratuita y una mano amiga para aliviar el dolor a tantas personas. Gracias amigos.